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¿Qué es la Trompa de Eustaquio?
La trompa auditiva es un canal o conducto situado sobre el oído medio que conecta el sistema auditivo con la garganta. Su nombre se debe a Bartolomeo Eustachio, un anatomista y médico italiano del siglo XVI.
En apariencia, la trompa de Eustaquio tiene forma de tubo o trompa y está cubierto de mucosa. Esta mucosa no sólo cubre sus paredes internas, sino que tiene una doble función: mantiene el conducto flexible e hidratado y lo protege de elementos nocivos como posibles bacterias o patógenos.
Posee una longitud entre 3,5 y 4 cm de largo y va desde el oído medio hasta la zona de la nasofaringe. Se puede decir que constituye un puente entre el sistema auditivo y el sistema respiratorio.
Función de la trompa de Eustaquio
Como función principal, la trompa de Eustaquio se ocupa de regular el correcto funcionamiento del oído medio. En primer lugar, equilibra los sonidos que le llegan desde el tímpano y compensa los cambios de presión que se producen con las vibraciones.
Esta función puede verse desequilibrada cuando se produce un cambio de altitud. Esta es la razón por la que a veces notamos los oídos taponados cuando volamos en un avión, buceamos o subimos una montaña muy alta.
Normalmente, este cambio de presión puede solucionarse si bostezamos. El chasquido que sentimos al bostezar o deglutir es la consecuencia del ajuste de la presión interna del oído con la presión atmosférica. El conducto se cierra por la zona interna de la faringe y se abre durante el bostezo o la deglución de alimentos o bebidas; cuando esto ocurre, el aire puede fluir libremente por el oído medio y la presión del oído se iguala con la externa.
Además de controlar la presión del sonido, la trompa auditiva se encarga de drenar las secreciones de mucosa y otros materiales generados en el oído medio, así como de impedir que los tubos se taponen con el flujo de estas secreciones. También protege al oído de posibles patógenos o bacterias e impide que los ruidos internos corporales (como la respiración) no lleguen al tímpano.
Si la trompa auditiva falla en estas funciones y la entrada de aire se ve cortada, habrá sendas posibilidades de que el sistema auditivo se vea afectado. Por ejemplo, en el caso de un resfriado, la mucosa puede acumularse en el conducto de forma que obstruya la correcta ventilación del oído medio, provocando que los sonidos suenan amortiguados.
En casos prolongados puede afectar al tímpano y formar una infección. Igual ocurre cuando el oído se llena de líquido; los huesecillos del oído no pueden moverse y las vibraciones del tímpano no llegan, de forma que los sonidos se verán distorsionados.
Como su cabeza está aún por desarrollarse, la trompa de Eustaquio es más corta en los niños que en los adultos, lo que puede provocar que el drenaje y flujo de aire se vea obstaculizado con más frecuencia. Por ello, los niños suelen sufrir infecciones de oído y otitis con mucha más frecuencia que los adultos.
Infecciones de la trompa de Eustaquio
En cuanto a posibles enfermedades relacionadas con la trompa auditiva, el padecimiento más usual es la obstrucción del canal. La trompa de Eustaquio puede obstruirse por varias razones: cerumen, mucosa, líquido.
Los principales síntomas de la trompa auditiva taponada son la sensación de presión y dolor en el oído, posibles zumbidos y vértigos y problemas de audición. La obstrucción de la trompa de Eustaquio se conoce como como disfunción de la trompa de Eustaquio; las personas afectadas sienten dolor y presión dentro del oído y pueden escuchar los sonidos amortiguados.
Si un resfriado se agrava puede llegar a afectar a la trompa de Eustaquio. La inflamación de esta conlleva enrojecimiento del oído y aumento de la temperatura, además de secreción densa de mucosa. Esta inflamación puede evolucionar, si no se remedia con rapidez, a una otitis del oído medio.
Te dejamos un vídeo interactivo en el que se muestra información sobre la trompa de Eustaquio.
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