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Los tipos de pie
Dependiendo de la forma de la planta, del tamaño de los dedos y de la longitud del primer metatarsiano, los pies pueden ser de distintos tipos.
Según la forma de la fascia plantar
La fascia plantar, comúnmente conocida como la planta de los pies, es una lámina de tejido conectivo denso que envuelve a todos los músculos, huesos y nervios del pie, formando una estructura con aspecto de bóveda. Dependiendo de la forma de esta bóveda, se pueden diferenciar los siguientes tipos de pies:
Pie normal
El pie normal es aquel en el que la bóveda tiene una forma promedio, es decir, no es ni demasiado alta ni demasiado baja. Por lo tanto, la fascia plantar tiene una forma que entra dentro de lo que se considera normal y la persona suele gozar de una buena salud podológica.
Pie plano
El pie plano es la alteración más común en lo que a fascia plantar se refiere. Se concibe como un defecto congénito en el que la bóveda de la fascia plantar tiene poca o ninguna altura, lo que da como resultado un pie cuya planta está en contacto, en prácticamente toda su extensión, con el suelo.
Se estima que hasta el 25% de la población tiene problemas más o menos pronunciados de pies planos, los cuales pueden derivar en dolor, especialmente al practicar deporte, pues la fascia plantar no puede absorber bien los impactos y se puede hinchar.
Pie cavo
El pie cavo es exactamente lo contrario al plano. En este caso, la bóveda de la fascia plantar es demasiado alta. Por ello, hay muy poca superficie de la planta de los pies en contacto con el suelo. Los problemas podológicos son, en realidad, muy similares a los de los pies planos, pues también afecta al modo cómo la fascia plantar absorbe los golpes, cosa que se traduce en dolor al practicar deporte o forzar demasiado a los pies.
Pie zambo
El pie zambo es un trastorno podológico extraño en el que el pie rota hacia adentro en el momento del nacimiento y no se ubica en la posición correcta.
La causa de fondo no está demasiado clara, aunque suele ser una manifestación de problemas de tensión en el tendón de Aquiles o porque algunos músculos son más cortos de lo normal. Sea como sea, el tratamiento debe iniciarse lo más rápidamente posible y consiste en la colocación de férulas.
Pie equino
El pie equino es una deformidad podológica en la que el pie se encuentra constantemente en una posición de flexión plantar, lo que hace que la persona, al caminar, se apoye únicamente en la parte anterior del mismo, es decir, que la persona siempre anda de puntillas. El tratamiento puede requerir de cirugía, aunque en casos leves, la rehabilitación por fisioterapia puede ser suficiente.
Pie talo
El pie talo es lo contrario al equino. En este caso, se trata de una deformidad podológica en la que el pie se encuentra constantemente en una posición de flexión dorsal, lo que hace que la persona, al caminar, se apoye únicamente en la parte posterior, es decir, que la persona siempre anda sobre los talones, por lo que la parte de los dedos de los pies no entra en contacto con el suelo. Del mismo modo, el tratamiento consiste en cirugía o fisioterapia, dependiendo de la gravedad.
Pie valgo
El pie valgo es una deformidad podológica en la que la fascia plantar tiene unos defectos que provocan que los talones del pie miren hacia fuera y las puntas de los pies, hacia dentro. Esto provoca problemas motrices, además de dolor y mayor riesgo de que se formen juanetes, por lo que el tratamiento precoz (antes de los 3 años) con uso de plantillas.
Pie varo
El pie varo es el contrario al valgo. Se trata de una deformidad podológica en la que la fascia plantar tiene unos defectos congénitos que hacen que los talones del pie miren hacia dentro y las puntas de los pies, hacia fuera. Los síntomas son muy similares y el tratamiento también se realiza mediante el uso de plantillas especiales.
Según el tamaño y proporción de los dedos
Pie egipcio
El pie egipcio es el más común de todos. Su nombre se debe a que es el tipo de pie que se observa en las estatuas de los faraones.
En los pies egipcios, el dedo gordo es el más largo. A partir de él, los otros tienen un tamaño cada vez menor. Por ello, se forma una escala de tamaño decreciente perfectamente ordenada.
Pie cuadrado
También conocido como romano, el pie cuadrado es el segundo más frecuente. Se trata de pies en los que el dedo gordo y el segundo dedo son prácticamente iguales. Los otros son más pequeños, pero hay poca variación, motivo por el que reciben el nombre de cuadrado. Al ser normalmente pies más anchos, estas personas pueden requerir de calzado especial para pisar más cómodamente y tener menor riesgo de lesionarse.
Pie griego
El pie griego es el más raro de todos. De nuevo, recibe este nombre porque es el tipo de pie que se observa en las esculturas de la Antigua Grecia, donde representaban a los personajes con este tipo de pie.
En los pies egipcios, el segundo dedo es más largo que el dedo gordo. Debido a esta característica, es posible que tengan problemas para encontrar un calzado que resulte cómodo.
Según la longitud del primer metatarsiano
Index minus
El Index minus es el tipo de pie más común respecto a lo que este parámetro se refiere. Esto se debe a que el primer metatarsiano es claramente más corto que el segundo; lo cual es lo normal, pues el primer metatarsiano, para evitar sobrecargas, debe ser el más corto de todos.
Index plus minus
El Index plus minus es el segundo más común. En este caso, el primer y el segundo metatarsiano son prácticamente iguales en lo que a longitud se refiere. Esto ya hace que pueda haber sobrecargas y que se experimente dolor.
Index plus
El Indux plus es el más raro de todos, pero el que provoca más manifestaciones dolorosas. En este caso, el primer metatarsiano es más largo que el segundo. Sin embargo, es un problema podológico muy difícil de encontrar.
Te dejamos un vídeo interactivo en el que se muestra información sobre los tipos de pie.
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