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Sistema Nervioso Autónomo

Cuando algo malo ocurre en el sistema nervioso autónomo, puede causar problemas serios, como por ejemplo, causar problemas con la presión arterial.
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Contenidos

¿Qué es el Sistema Nervioso Autónomo?

El sistema nervioso autónomo denominado también con sus siglas (SNA) o también sistema nervioso visceral o sistema nervioso vegetativo es el que se encarga de controlar numerosas acciones importantes que son involuntarias en nuestro sistema, entre ellas la presión arterial de nuestro organismo, la frecuencia cardiaca, la sudoración, la salivación, la temperatura corporal, el estímulo sexual, el peso, la frecuencia respiratoria o la digestión.

Función del Sistema Nervioso Autónomo

La mayoría de sus impulsos son involuntarios, es decir, realiza un impulso energético desde una parte del organismo a otras que son consideradas periféricas. Responde principalmente por impulsos nerviosos de la médula espinal, hipotálamo o tronco cerebral.

El sistema nervioso autónomo tiene un papel imprescindible para la conservación de la homeostasis, dicho de otro modo, regula casi todos los órganos del cuerpo, y constantemente si cambian, ganan o pierden se compensan de forma rápida sus niveles.

Estructura del Sistema Nervioso Autónomo

Se estructura fundamentalmente en tres partes funcionales que son el sistema nervioso simpático, el sistema nervioso parasimpático y el sistema nervioso entérico.

El sistema nervioso autónomo tiene dos neurotransmisores importantes, como la acetilcolina, que es el principal neurotransmisor de dicho sistema, y que tiene funciones de gran importancia como contraer la musculatura lisa del organismo, la dilatación de los vasos sanguíneos, el aumento de las secreciones corporales y disminución de la frecuencia cardíaca.

También se encuentra la noradrenalina, que es un neurotransmisor que además tiene características de hormonas, por lo cual puede tener distintas funciones tales como, influenciar sobre nuestra presión arterial cuando se administra medicamentos especiales, trabajar la respuesta de lucha e intervenir contra momentos de estrés, o situaciones peligrosas, dominar la frecuencia cardiaca y las contracciones musculares involuntarias y contribuir en el nivel de oxígeno cerebral.

Control del Sistema Nervioso Autónomo

control del sistema nervioso autónomo

En el control del sistema nervioso autónomo puede influir algunas partes de la corteza Cerebral, como la corteza límbica, que puede transmitir impulsos a los centros inferiores 

Los nervios Autónomos están formados por dos importantes neuronas o fibras o neurofibras llamadas eferentes, que envían los impulsos nerviosos fuera del sistema nervioso central hacia los músculos o glándulas de nuestro organismo.

Y también tenemos las fibras aferentes, estas fibras principalmente se encargan de la transmisión de la regulación de reflejos vasomotores, la sensación visceral y la respiración, por ejemplo, los barorreceptores y quimiorreceptores del seno carotídeo y arco aórtico los cuales son muy importantes para el control del ritmo cardíaco, los movimientos respiratorios y la presión sanguínea. Dichas fibras aferentes son transportadas al sistema nervioso central por los principales nervios autonómicos como los nervios pélvicos, o el neumogástrico.

Otro método que utiliza el sistema nervioso autónomo para funcionar correctamente es a través de los reflejos viscerales, los cuales son señales sensoriales que se proyectan y entran en la médula espinal, los ganglios autónomos, el hipotálamo y el tallo cerebral, donde originan las respuestas reflejas adecuadas que son devueltas a los órganos para el control de su actividad.

En los reflejos simples finalizan en los órganos que le corresponde a cada uno, sin embargo los reflejos más complejos su control son manejados por las zonas altas del sistema nervioso central, mayoritariamente es el hipotálamo el encargado de ello.

Consecuencias de un mal funcionamiento del Sistema Nervioso Autónomo

Cuando nuestro sistema nervioso autónomo funciona mal puede causar serios problemas en nuestro cuerpo tales como:

  • Presión arterial anormal 
  • Problemas cardíacos 
  • Tener dificultades en la respiración y en la deglución 
  • Los hombres pueden sufrir problemas de disfunción eréctil 

En ocasiones los trastornos del sistema nervioso autónomo también pueden aparecer como resultado de otras enfermedades tales como la enfermedad el párkinson, la diabetes o el alcoholismo.

Hay tipos de trastornos que son transitorios, pero muchos empeoran con el transcurso del tiempo.

Si afectan a la función cardiaca de nuestro organismo o a nuestra respiración, puede poner en riesgo incluso nuestra vida.

Aunque en muchos casos no hay una cura para ello y solo se pueden mejorar algunos síntomas en otras ocasiones si se trata la enfermedad subyacente, algunos trastornos del sistema nervioso autónomo pueden ser mejorados.

Por su importancia en la fisiología del organismo, el sistema nervioso autónomo es clave de muchas intervenciones farmacológicas y es responsable también de los efectos adversos de muchos medicamentos y toxinas nocivas para nuestro organismo.

Te dejamos un vídeo interactivo en el que se muestra información sobre el Sistema Nervioso Autónomo.