¿Qué es la lengua?
La lengua humana es un órgano movible situado en el interior de la cavidad bucal. Está recubierto de mucosa y formado por músculos y receptores, que le permiten intervenir en el gusto, en la masticación del alimento, en la deglución de este y en la articulación del sonido a través de la voz, ya que conecta directamente con el área de Broca del cerebro recibiendo órdenes.
Tiene forma cónica, en forma de V; y una longitud de aproximadamente diez centímetros. Aunque no lo parezca, es extremadamente fuerte y versátil, por el hecho de que su composición le permite realizar multitud de tareas con la máxima precisión.
¿Cuáles son las partes de la lengua?
Su esqueleto interno es un armazón osteofibroso y está formado por el hueso hioides, la membrana hioglosa y el septum medio, sobre el que residen los músculos que permiten su movilidad por toda la cavidad de la boca.
La musculatura de la boca es la que permite a la propia lengua tener un gran repertorio de movimiento: el músculo estilogloso es el que le permite insertarse en la apófisis estiloides del hueso temporal, el hipogloso es el que le une con el hueso hioides y el geniogloso el que le sirve para estar en contacto con la apófisis geni de la mandíbula.
Más allá del interior, también todas sus partes externas tienen un propósito, y gracias a la suma de ellas, se ejecutan las funciones. Vamos a ver, a continuación, cómo se divide la parte externa de la lengua:
Partes externa de la lengua
- La cara superior: También conocida como dorso de la lengua, es el lugar en el que se hallan la mayoría de las papilas gustativas y las vellosidades que acompañan el tacto rugoso de la misma. Descansa sobre la mandíbula y acostumbra a ser lisa, con unos surcos congénitos que la atraviesan y otros que vamos adquiriendo con el paso del tiempo, provocando así que cada lengua sea geográficamente distinta de las demás.
- La cara inferior: Es la parte que se une con el suelo de la boca. En esta zona encontramos el frenillo lingual, que amarra la lengua al cuerpo y permite y limita los movimientos de la misma. También encontramos las glándulas salivales submandibulares o conductos de Warhton, con forma de tubérculo. Asimismo tenemos conductos sublinguales o conductos de Bartolini, y de ambos parajes es donde se origina la saliva, pieza clave en la ingesta alimenticia y en la articulación de las palabras. A ambos lados del frenillo vemos, además, las venas raninas, que irrigan de sangre toda la zona lingual.
- Los bordes linguales: Como su propio nombre indica, se encuentran en cada uno de los costados de la lengua, en contacto permanente con los arcos dentarios y la mandíbula. Tienen forma redonda y su función principal es la de disponer de un filtro de eliminación de bacterias, que limpian y protegen al organismo.
- La raíz lingual: Es la parte inmóvil de la lengua y su función es únicamente sostener a todo el órgano. En asociación con esta parte se encuentran las amígdalas linguales, que son unas masas de tejido con funciones inmunitarias; y la epiglotis, que se encuentra al final de la propia lengua y al comienzo de la orofaringe, y sirve para que la bola alimenticia no se desvíe hacia las vías respiratorias en el momento de la ingesta
- La base de la lengua: Es la parte más trasera de todas, por lo que también es la zona más cercana a la laringe. Gruesa, ancha y fuerte, esta zona es la que mantiene anclada la lengua, ya que se encuentra unida a una serie de músculos de la zona, como los milohioideos o los genihioideos y al hueso hioides del interior. Gracias a la existencia de tres pliegues glosoepiglóticos, se encuentra asimismo conectada con la epiglotis.
- Punta lingual: También se conoce como ápice o vértice y sirve para degustar y saborear los alimentos en el proceso de la masticación. Aquí es donde hay más papilas gustativas, más terminaciones nerviosas y es la parte con mayor movilidad.
Te dejamos un vídeo interactivo en el que se muestra información sobre las partes de la lengua.