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¿Qué es el Hígado?
El hígado es un órgano esencial para la vida del ser humano. Con un peso de 1 kilo y 500 gramos, lo que lo convierte en la glándula más grande del cuerpo humano y se encuentra en el cuadrante superior derecho del abdomen. Funciona de forma sincronizada con muchos otros órganos y contribuye al mantenimiento de los principales mecanismos homeostáticos. Está completamente cubierto por el peritoneo visceral, con la excepción de un área descubierta, en donde el hígado se conecta con el diafragma.
Anatomía del hígado
El hígado se divide por el ligamento falciforme en dos lóbulos principales, derecho e izquierdo. Existen otros dos lóbulos más pequeños (el lóbulo cuadrado y el lóbulo caudado), que para muchos anatomistas pertenecen al lóbulo izquierdo, aunque otros textos consideran que el hígado tiene cuatro lóbulos. El lóbulo derecho es el más grande de los cuatro, mientras que el lóbulo izquierdo es el más pequeño y tiene forma aplanada.
Lóbulos
El lóbulo caudado se asienta entre la fisura del ligamento venoso y la vena cava inferior, mientras que el lóbulo cuadrado se localiza entre la vesícula biliar y la fisura del ligamento redondo del hígado. Si se dividiese el hígado en dos mitades (izquierda y derecha) mediante una línea en el plano sagital, la cual pase por el ligamento falciforme, se podría ver que todos los lóbulos, excepto el derecho, estarían del lado izquierdo del plano sagital.
Caras
Las dos principales caras o superficies del hígado son la cara diafragmática y la cara visceral. Esta última está rodeada por el peritoneo, excepto en la porción de la porta hepática y en el lecho de la vesícula biliar. La cara visceral está directamente relacionada con numerosas estructuras anatómicas. La cara diafragmática también está cubierta por el peritoneo, excepto en el área desnuda.
Ligamentos
El hígado está cubierto por el peritoneo visceral, tiene varias conexiones con el peritoneo parietal que se llaman ligamentos del hígado, los cuales no son en realidad auténticos ligamentos, sino tractos fibrosos que dan soporte al hígado y lo sustentan sobre las estructuras adyacentes. Estos ligamentos hepáticos son los siguientes:
– Ligamento coronario. Está formado por una reflexión peritoneal del diafragma en el hígado; la cual consta de dos capas que se unen del lado derecho.
– Ligamento triangular izquierdo. Es una combinación del ligamento falciforme y el omento menor (epiplón menor).
– Ligamento falciforme. No tiene un origen embrionario, es más bien una reflexión peritoneal de la pared abdominal superior que va desde la región umbilical hasta el hígado, y tiene al ligamento redondo en su borde libre.
– Ligamento redondo del hígado. Es un remanente fibroso de la vena umbilical que aún se extiende desde la cara interna del ombligo hasta el hígado.
– Ligamento venoso. También es un remanente embrionario de los conductos venosos. Durante el desarrollo en el útero, se extiende entre la vena umbilical y la vena cava inferior.
Porta hepática y recesos del hígado
La porta hepática es la fisura intraperitoneal central del hígado que separa a los lóbulos cuadrado y redondo. Es el punto de entrada y salida de varios vasos importantes, incluyendo la vena porta hepática, la arteria hepática, el plexo nervioso hepático, los conductos hepáticos y los vasos linfáticos.
El receso subfrénico, que está separado por el ligamento falciforme del hígado, es la división entre el hígado y el diafragma.
El receso hepatorrenal está ubicado en la cara inferior derecha del hígado y lo separa del riñón en la parte anterior inferior y de la glándula suprarrenal en la parte posterior inferior.
Circulación sanguínea del hígado
La sangre llega al hígado a través de la vena porta y la arteria hepática. El sistema de la vena porta constituye el 70-75 por ciento del flujo sanguíneo y contiene sangre poco oxigenada y rica en nutrientes proveniente del tracto gastrointestinal y del bazo. La sangre arterial llega a través de la arteria hepática, rama del tronco celíaco que contiene la sangre oxigenada. La sangre de ambas procedencias se mezcla en los sinusoides hepáticos y abandona el órgano a través de las venas hepáticas, también llamadas suprahepáticas, que finalmente drenan en la vena cava inferior.
Por su parte, el drenaje linfático del hígado corre a cargo de vasos que desembocan en la vena cava inferior o en los ganglios linfáticos que siguen el recorrido inverso de la arteria hepática.
Te dejamos un vídeo interactivo en el que se muestra información sobre el Hígado.