Sobre este artículo:

Huesos del cuerpo humano / Huesos sesamoideos

Huesos sesamoideos

Los huesos sesamoideos se encuentran en diversas articulaciones del cuerpo. Estos huesos poseen ese nombre porque tienen forma de semilla de sésamo.
hueso-sesamoideo

¿Qué son los huesos sesamoideos?

Se denomina huesos sesamoideos a una serie de huesos de pequeño tamaño y forma redondeada que pueden encontrarse incrustados en los tendones de varias zonas del cuerpo humano. Surgen con frecuencia de forma natural tras haber sido sometidos a fuerzas considerables de tensión y compresión.

Por lo general, los huesos sesamoideos presentan una forma similar a la semilla del sésamo. De esta forma toman su nombre, que deriva de los términos griegos σήσαμον / sesamon (“sésamo”) y εἶδος / eidos (“forma”).

Función de los huesos sesamoideos

Los huesos sesamoideos cumplen la función de una polea dentro del esqueleto humano: proporcionan una superficie lisa a través de la cual los tendones pueden deslizarse con suavidad, facilitando así la transmisión de fuerzas de dichos tendones. La rótula, engastada en el tendón del cuádriceps, es el hueso sesamoideo de mayor tamaño en el cuerpo humano.

La mayoría de huesos sesamoideos se consideran variantes anatómicas: es decir, estructuras anatómicas que no causan patologías y que difieren del diseño habitual del cuerpo humano.

En otras ocasiones, los sesamoideos se generan por un proceso de calcificación derivado de una carga excesiva de esfuerzo en uno o varios tendones. Este proceso de calcificación de varios huesos sesamoideos se considera parte de los procesos humanos de crecimiento que tienen lugar durante la etapa de pubertad.

¿Dónde se encuentran los huesos sesamoideos?

Los huesos sesamoideos pueden encontrarse por todo el cuerpo en distinto número, por lo que no se tienen en consideración para el conteo total de huesos del esqueleto humano. Algunos sesamoideos tienen una mayor tasa de aparición que otros y algunos, como la rótula, se encuentran en la amplia mayoría de seres humanos.

Extremidades superiores

En lo referente a las extremidades superiores, cabe señalar que los sesamoideos que se dan con mayor frecuencia lo hacen entre los huesos de la mano: más específicamente en el primer metacarpiano. Dos sesamoideos suelen encontrarse en los tendones del músculo aductor y el músculo flexor corto del dedo pulgar.

Un tercer hueso sesamoideo que también aparece con frecuencia tiende a formarse en el segundo metacarpiano. Estos tres huesos se hallan en la cara palmar de la mano. En ocasiones, también se observa la aparición de un hueso sesamoideo en el tendón del bíceps braquial.

El hueso pisiforme, uno de los ocho huesos que forman los huesos del carpo o huesos de la muñeca, también se considera a menudo un hueso sesamoideo puesto que comienza su proceso de calcificación en los seres humanos en fase de pubertad, entre los nueve y los doce años.

Extremidades inferiores

función de los huesos sesamoideos

En las extremidades inferiores, al igual que en las superiores, la mayoría de huesos sesamoideos se encuentran en el pie. El primer metatarsiano acostumbra a producir dos sesamoideos en el tendón del músculo flexor corto del dedo gordo.

Uno de ellos se encuentra en la superficie lateral del metatarsiano mientras que el otro puede aparecer en la superficie medial. En ocasiones, solo uno de los dos sesamoideos aparece. Además, ambos sesamoideos pueden aparecer fragmentados en dos huesos de menor tamaño (con mayor frecuencia) o incluso en tres.

La función de estos huesos es ayudar a que el primer dedo del pie se mueva con mayor facilidad y reducir el peso que soporta la bola del pie al caminar, correr y saltar. Esto resulta posible gracias a la redistribución del peso que recaería en el primer metatarsiano a través de la superficie del hueso o huesos sesamoideos.

La fabela, también conocida como fabella, es otro hueso sesamoideo presente en las extremidades inferiores. Se localiza en la parte posterior de la rodilla, incrustado en el tendón del músculo gastrocnemio detrás del cóndilo lateral del hueso fémur.

Se calcula que su porcentaje de aparición oscila entre el diez y el treinta por ciento. Al igual que los huesos sesamoideos del pie, también puede aparecer fragmentada en dos o incluso tres fragmentos de menor tamaño.

Un caso de hueso sesamoideo que rara vez se da en humanos es el de la cyamella, que se origina en la cabeza externa del músculo gastrocnemio.

Afecciones de los huesos sesamoideos

Los huesos sesamoideos no acostumbran a sufrir fracturas debido a su naturaleza y reducido tamaño, pero su contacto constante con los tendones favorece su inflamación y el escaso flujo de sangre que reciben puede producir casos de osteonecrosis, también conocida como necrosis aséptica o necrosis isquémica.

Te dejamos un vídeo interactivo en el que se muestra información sobre el Hueso Sesamoideo.