¿Cuál es la función del tálamo?
El tálamo es una estructura subcortical (se encuentra bajo la corteza cerebral) formada por distintos tejidos neuronales y nerviosos que se presentan agrupados en núcleos para desarrollar funciones concretas y esenciales para el funcionamiento del sistema nervioso y del cerebro, su órgano central.
Forma parte del encéfalo y está situado entre los dos hemisferios cerebrales, sobre el hipotálamo. La función principal del tálamo es actuar de nexo de unión entre la corteza cerebral y en tronco encefálico donde llegan las señales sensoriales y motoras a través del sistema nervioso central.
El tálamo no se limita a enviar esas señales al área cerebral concreta encargada de gestionarlas. Su complejo funcionamiento incluye también conexiones e intercambio de información con otras estructuras cerebrales, así como interrelaciones entre los distintos núcleos que lo forman.
Qué funciones realiza el tálamo
El tálamo es un conglomerado de tejidos que son los que hacen posible la recepción y la transmisión del impulso nervioso en los que se basa la actividad cerebral.
En el tálamo coexisten materia gris, las sustancia formada por neuronas y axones no recubiertos de mielina que resulta decisiva en el desarrollo de los procesos mentales y materia blanca, en la que los axones sí están envueltos mielina, la sustancia blanquecina que acelera la transmisión de los impulsos electroquímicos en la red neuronal.
Con estas dos materias, el tálamo forma los distintos y numerosos núcleos que le permiten realizar funciones esenciales que inciden en el conjunto del organismo. Su mecanismo consigue dirigir la información que recibe al lóbulo o área de la corteza cerebral específica para su correcto procesamiento. Con esta conexión constante que hacen posible los núcleos del tálamo realiza funciones como:
Recibe y distribuye al área del córtex correspondiente la información recibida a través de los órganos sensoriales: vista, oído, tacto, gusto, todos menos el olfato. Organizar y distribuir los inputs sensoriales es su principal misión y para llevarla a cabo mantiene con la corteza cerebral una comunicación no sólo constante, sino, también, recíproca, es decir, también recibe información y repite las señales enviadas por el cerebro ante estímulos concretos.
Además:
- Influye en el control de algunas de las funciones vitales del organismo ejerciendo, entre otras, una función termorreguladora que permite adecuar la temperatura corporal a las condiciones externas.
- Controla el ciclo sueño – vigilia.
- ‘Filtra’ la información recibida permitiéndonos centrar la atención en un estímulo determinado descartando otros que se perciben al mismo tiempo.
- Incide en los aspectos motores del habla.
- Su interconexión con otras estructuras cerebrales como el hipotálamo y los ganglios basales hace que también participe en los procesos mentales relacionados con las emociones, la memoria o incluso con la conducta o comportamiento.
- Interviene en el intercambio de información referida al dolor o las sensaciones placenteras.
Por todas las funciones que realiza, el tálamo no se considera únicamente como una estructura neuronal que se limita a transmitir impulsos nerviosos, sino como un núcleo integrador del sistema nervioso central, capaz de modificar la información que recibe, resultando determinante en numerosos procesos mentales que provocan nuestras acciones y reacciones.
Te dejamos un vídeo interactivo en el que se muestra información sobre la función del tálamo.